Néstor Oscar Morris
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A Ñ O   2 0 0 4

CUATRO ESTROFAS
 
Pude ser aquel invierno
un paisaje que pasó,
cuando a golpes de desdicha
mi corazón desertó.

Taté de seguir andando
y fui vela sin timón,
el viento jugo a su antojo
con lo poco que encontró.

La palmada de una ola
mi rumbo enderezó,
no pude darle las gracias
en el mar se confundió.

La playa no está lejana
Tiñe el cielo de arrebol,
cuando recale mi espera
el pasado naufragó.
 
SIN TEMOR

Me cautiva tu esencia
y la melancolía
que alberga esa mirada,
como nido que llama a que lo invada
con el resto de sueños que me quedan,
para andar con los tuyos donde puedan
encontrar el portal de la alegría,
cual premio a la paciencia,
por las horas desechas
gastando las esperas en tu ausencia.

Y aunque sé que es prestado
cada paso en la vida,
yo prefiero perder
la dicha de un mañana si su ayer,
fue el único lugar de mi alegría,
a la tosca y mordaz monotonía
que juega con descaro por la herida,
de un presente gastado
a golpe de fracasos,
que quiero queden hoy // en un costado.
 
 
LA MUERTE

La muerte espía desde lo invisible,
aun en las zonas que parecen libres
de su perseverancia por la presa.

Se encuentra allí, detrás de algún silencio,
para darnos certeza, recordarnos
que en esta calesita no hay sortijas.

Es viento firme que lleva las hojas
en una dirección inalterable,
mientras saludan lágrimas su paso.

Aun así, fanática y exacta,
no logra terminar su cometido:
siempre hay un vientre dispuesto a la batalla.
 
INCAUTO

Era un niño y me contaban
que la luna sabía a queso,
que a los críos los traía
una cigüeña en su pico
y el Ratón Pérez dejaba
monedas bajo la almohada,
por cada diente de leche
que su sitio abandonaba.


Luego, siendo adolescente,
me tuvieron junto al cebo
de una lucha disfrazada
con mentiras y utopías,
donde los ricos debían
volverse, como yo, pobres,
cuando lo que pretendía
era subir un peldaño,
sin importarme la suerte
que otros gozaran por años.

Más tarde creí mensajes
de ciertos embaucadores,
que cambiaron la película
después de las elecciones.
 
A OTRO LUGAR

 No pienses que estoy muerto porque llevo
tu daga atravesando mis entrañas,
conozco bien la historia, nada es nuevo
y hoy fue la última vez que tu me dañas.

Aunque el amor es fuente donde abrevo
no puedo seguir viendo como empañas,
un sueño que nació para longevo
y apenas terminó entre patrañas.

He de levar las anclas nuevamente,
robarme con mis velas todo el viento,
para llegar al punto donde quiera
acercarme el destino y nuevamente,
saber que aunque me quede en otra espera
el fruto nace sólo en su momento.
 
SOLO

Es absurdo

sentirse solo

        profundamente solo

              con tanto alrededor

              para no estarlo.


Mas 

    así es.


Palabras sobran

        pero 

            tal vez

                ninguna corresponda

                a tus oídos.
 
EL OLVIDO


El olvido es un paso tenaz.
Silencioso y oculto
erosiona sin pausa
aquello que una vez,
ajeno a toda duda
dijimos que era eterno.

Cuando nos damos cuenta,
apenas quedan manchas
de las fotos que fueron
motivo de un impulso.

En casos, la memoria
no quiere convenir
con ese otoño
y pretende salvar
alguna de las pocas
y amarillentas hojas,
con un desesperado
y débil alegato
contra la magnitud
inaccesible
de un tiempo que no escucha.
 
BINKERNAU - CAMPO 31


El bosque de abedules
no era presagio
de la perversidad.

Tampoco la minúscula
biblioteca infantil
que mudaba su estante
cada noche.

Mucho menos los niños,
quinientas criaturas
que mostraban al mundo
el rostro de una excusa inexistente.

La tragedia era el tiempo.
Fatídicos seis meses
para desembocar
en el crudo esperar
de las frías barracas.
 
COMO ?


Cómo vadear tus ojos
y contener, silente,
el ansia irrefrenable
de zambullirme en ellos?

Cómo bordear el filo
de tus labios, sin riesgo
de perder equilibrio
y caer en su anhelo?

Cómo frenar el paso
que cruce tu frontera,
cuando los centinelas
arriaron sus banderas?
 
INFORME DE SITUACION

Yo entiendo que te cueste
comprender mis silencios.
Ocurre que tu apenas
divisas el presente
y ellos llevan su tiempo
poblando los jardines.
Están acostumbrados
a sepultar los sueños
que tuve sin estreno.
 
Quizás tu no las veas,
pero mis soledades,
tapizan como hiedras
los muros de esta casa
y de noche se burlan,
cuando por la ventana
me asomo a las estrellas.
 
No hay rincón que no tenga
un dolor esperando,
como arrecife hiriente
con su filo más firme
al correr de los días
 
No es tarea sencilla
aligerar las penas
hasta hacerlas pasado.
Hay llantos que despiertan
y súplicas que sangran
en cada parpadear
de mi conciencia.
 

Pero, si es que me ayudas
y empapas con tu amor
cada palabra antigua,
si es que no me abandonas,
recogeré tu voz,
la sembraré en el alma
y aguardaré paciente
que este invierno se vaya,
para florecer juntos
la dicha que nos falta.
 
QUIERO

Quiero escribir caricias por tu cuerpo
como poesías en la piel desierta
sentirte arena que lleva mis huellas
dejar un beso allá donde hubo esperas.

Quiero mojarme con tu risa fresca
sembrar suspiros para que florezcan
y amanecer auroras en tus ojos
mientras el mundo ignora los milagros.
 
UNO, DOS, TRES

I

Uno aprende a vivir
después de haber gastado
gran parte de su tiempo
en perseguir futuros
ignorando lo simple.

II

Dos veces he creido en el amor
la primera falló
la segunda fue un sueño.

III

Tres peldaños presenta
el umbral de tu casa
por qué no será así
el camino a tu alma.
 
BIBLIOTECA NACIONAL
 
Invito a quien pudiera  a que me informe
como puedo mezclar estos dos datos
(no entiendo que se pueda estar conforme
aunque tengamos callos de maltratos).

Por un lado gozamos la noticia
que el libro sigue vivo entre la gente,
la Feria que anualmente los auspicia
contó con otro récord de presentes.

Por otra parte vemos que se aleja
de nuestra Biblioteca Horacio Salas,
cansado, esta será su última queja,
nadie puede volar carente de alas.

En tanto, el secretario de Cultura
confunde pluralismo con quilombo,
recuerda nuestras horas más oscuras
cambiando figuritas por un bombo.

Es obvio que hay problemas importantes:
la desocupación, el dólar alto,
la bolsa que se cae, el gas faltante,
el precio de la carne y tanto asalto.

Pero aun así yo pienso que es preciso
que arriba se preocupen por el dato:
antes de que terminen con el guiso,
fijarse si la carne no es de gato.
IMAGINATE

Imagínate el día
que amanezcamos juntos,
envueltos en mil besos
perfumados a dicha.

Entrelazando anhelos
decirnos el enésimo
te quiero, entre suspiros
que trepen las pestañas
y entibien en los ojos
el tiempo del encuentro.


Imagínate muerto
el canto de las horas
que llovían tristezas,
cuando un musgo sombrío
cubría las palabras
con frías soledades
y sigilosamente
se filtraba la idea
que nada era posible.


Imagínate, entonces,
el punto en que no quede
secreto en nuestros cuerpos,
cuando el último pétalo
de los paisajes grises
se pierda entre las sábanas,
mientras juega el amor
el poema mejor
que pudo haber soñado.

PREGON

Quisiera desterrar muchas palabras

que ensucian las portadas de los diarios,
lograr una epidemia que contagie
la simple libertad a todo el mundo,
cambiar números vanos por poesía,
sembrar una esperanza sin fronteras,
recuperar el verde de los valles
el celeste en el cielo, el agua limpia
de todo el resquemor que hoy nos invade,
darle significado en lo concreto
al valor de lo humano ejercitando
decenas de vocablos escondidos
entre los diccionarios y el discurso
de algún supuesto lider reaccionario,
hacer un cementerio donde duerman
los modos de agresión que el hombre inventa,
defender lo que valga cuando sea
el tiempo para hacerlo y no más tarde
cuando la historia siga en otra parte,
enarbolar los sueños que tenemos
en la fila habitual del no se puede
desatando las alas y la risa
porque es bueno reir aunque nos duela,
invitar a observar la parte llena
de la copa en lugar de lo que falta,
seguir creyendo hasta lo inevitable
confiando en la vigencia de los ecos.

CUANDO TE DIGO AMOR

Cuando te digo amor
podrías pensar
que estoy librando un eco simplemente
de lo que alguna vez usé en estreno

y no es así

cuando te digo amor
la palabra es apenas
una estría de luz
que asoma de mi lado más desnudo

lo que vive detrás
tal como el mar
no tiene continente en las palabras
son todas incapaces al intento

lo que vive detrás
habita cada instante de mi espera
y cuando te presiente regresando
escapa por las manos
se hace luz en los ojos
y entre un río de besos desbordados
se siente portador del Universo.

ALTO PRECIO

Ese señor que hoy se ufana
de ser el timón del mundo
no entiende que el más profundo
de los odios siempre mana
de humillar al moribundo.

Jactarse del derrotado
no es muestra de valentía
y suele ser arriesgado
pensar que no habrá algún día
con la suerte de otro lado.

Tarde o temprano en la vida
se paga lo que se debe
de modo que cada herida
aguardará lo que fuere
pero nunca está vencida.

Nos queda ser por ahora
atados espectadores
aunque cerca se avizora
que a quien miente sobre horrores
la verdad ya lo devora.

LO VEO SI NO ESTA

Ya llevo tres jornadas
cargando un malestar sobre mi cuerpo

y de algún modo
se podría decir que estoy contento.

Es que viéndolo bien,
me empuja a comprender
que hasta el día anterior,
andaba sin problemas
(visibles) de salud,
sin percatarme de ello.

Suceso que confirma
(una vez más)
mi idea de que hay bienes
que logran relucir ante su ausencia
(como la libertad)
y después, cuando están
dispuestos a nosotros,
uno tiene los ojos
ocupados en cosas
ajenas a esa gracia.

UN DIA SINGULAR

El de hoy, es uno de esos días
en que la confusión está de fiesta,
donde lo que he planeado
se altera a cada paso
y me faltan las ganas
hasta para intentar lo que conviene.

Cansado de chocar
con tantas sombras juntas,
me puse a caminar
sin destino especial
con la proa hacia el Este.


Despacioso el andar,
el tiempo me alcanzaba para todo.

Procuré descubrir
estados en el rostro de la gente:
así pasó el feliz,
un loco a medio armar
y un arruinado;
un tonto por demás,
la imagen de Satán
y algún enamorado.

Lo que me preocupó
era la cantidad
de espejos que encontraba,
con esta enfermedad
de lunes por la tarde
y pocas ganas.

El tiempo y la distancia
pasaron sin que nadie
me avisara.

Ya estaba en la ribera
del Río de la Plata,
en un muelle vetusto,
con los ojos hundidos en la nada.

Tendí las alas de mis pensamientos
y los dejé volar
adonde siempre llegan.

Para cuando volvieron
ya había sepultado
entre el marrón del agua
mi nostalgia.
 

SALPICADO DE OTOÑO

El Otoño ya anida entre nosotros.


Una brisa con ganas de ser viento
arrebata las hojas cual dorada
llovizna que tapiza el mustio césped
en un ritual ajeno a todo olvido.

Esquivo a mis empeños por vencerlo
se ríe el centinela de los fríos
y vuelco en la tibieza de unos leños
la sombra imperceptible del recuerdo.

El Otoño ya anida entre nosotros.

Como las golondrinas, mis deseos
no están en los aleros de este sitio,
heridos por el filo de una lágrima
refugian donde pueden su esperanza.

Golpea los cristales el badajo
de unas tímidas gotas, confirmando
que la melancolía ya no encuentra
ninguna oposición a su discurso.

TOBOGAN

La noche siempre tiene
una ventana abierta
por donde te presentas
bajo un silencio de almas.

Un pasado cautivo
desliza su recuerdo
sobre un lecho de estrellas
hasta mis ojos quietos
y apenas si te nombro
disimuladamente
tratando no me hiera
el eco de tu ausencia.

LOS TENEMOS TAN CERCA

Uno tiene en la vida
personas a quien quiere
profundamente quiere,
y que por esas cosas
absurdas que nos tocan,
dejamos a un costado
sin darles el cariño
sencillo y generoso,
con la habitualidad
que bien merecen.

Creo todos hallamos
ejemplos a la vista
para tener en cuenta
de qué hablan estas líneas.

Después cuando los hechos,
inevitablemente amargos,
lastimen nuestra risa
o aún peor la encierren
definitivamente,
resultará imposible
hacer volver al tiempo
y en el mejor supuesto
nos quedará la chance
de un mañana más chico,
para que demostremos
si en verdad aprendimos
a mostrar el cariño
antes de los lamentos.

VIAJEROS

Pobres ingenuos,
anoche, aprovechando que dormía,
se dieron a la fuga por un rato.

Bordearon los encajes de la luna
tratando de ubicar el rumbo justo,
pero se encandilaron con las sombras
que pueblan el camino a lo deseado
y nadie contestó cuando llamaron
golpeándole la puerta a las estrellas.

Mojados de tiniebla regresaron
con las manos vacías, sin consuelo.
los encontré dormidos junto al frío
del dintel silencioso de mi espera
y sin palabra alguna que mediara,
los refugié de nuevo donde estaban
antes de que notaran la distancia.

 

ESLABON
Te imagino en el lecho
donde anidan mis sueños
estrenando el amor
con todos los sentidos.


Llevarte hasta los puertos
que nunca imaginaste
y despojar sin prisa
tu cuerpo de suspiros.


Imaginar un cielo
para nosotros solos
donde dejar las huellas
que tracen los secretos.


Robarte cada pétalo
hasta llegar al nácar
de tu piel sin barrera
que no derribe un roce.


Guardarme tus silencios
para luego escucharlos
cuando falten murmullos
crepitando en el fuego.


Después, mientras los besos
retornan a sus cauces,
después de habernos dicho
enésimos te quiero,

te envolveré del modo
más tierno que conozca,
descubriendo caricias
que merezcan tu cuerpo

y dejaré mis ojos
perdidos en el fondo
de tu mirada calma
para beberme el cielo.

SI NO CREYERA

Si no creyera
      en que mis pasos
         tienen destino

me quedaría
         sentado a espera
          de otro camino.

Si no creyera
        que la esperanza
         vale vivirla

no gastaría
      la menor pena
         en perseguirla.

Si no creyera
      que en su cariño
         soy un motivo

preguntaría
      a cada instante
         ¿para qué vivo?.

PONGAMOS QUE HABLO DE MORIR

 El día que comience el fin del mundo
¿Por dónde iniciará su recorrido?
¿Quiénes serán primeros en la lista
que aterre la mirada del que espera?
¿Verá su despertar entre arrogantes
que nunca imaginaron tal destino,
o no, se ocupará de los humildes
para hacerles más corto el camino?
¿Tendrán tiempo los medios de mostrarlo
o todo acabará tras de un suspiro?
¿Quedarán testimonios suficientes
por si hay algún después que no imagino?
y yo, de donde esté, cielo o infierno
(suponiendo un lugar para los muertos
ajeno al territorio en que han vivido)
¿Veré que es lo que pasa con los míos?
Espero no sea así, es comprensible,
con morirme una vez será bastante.
 
EL MACETERO
 
Un rústico macetero
de colorado quebracho,
desde hace tiempo acompaña
el umbral de la ventana
que alumbra mi dormitorio.

En vez de flores bonitas
lo he sembrado con perfumes:
albahaca, romero, salvia,
menta, tomillo y orégano,
comparten apretujados
el pedacito de tierra
que en suerte les ha tocado.

Temprano cuando el rocío
su bendición ha esparcido
y asoma el sol la tibieza
corriendo por el tejado,
como en un caleidoscopio
danzan su orgullo de aromas,
regalándome un saludo
que llevo muy bien guardado.
 
LEGITIMA DEFENSA

Derecho a la legítima defensa.
¿Cuántas palomas muertas
y tierra mancillada
con sangre estéril queda
enarbolando excusas
que ni ellos mismos creen?
 
Derecho a la legítima defensa.
Cascotes contra tanques,
horror contra soberbia,
exhiben la impotencia
de las mejores leyes,
cuando juez y verdugo
usan el mismo talle
y comparten la ropa.
 
SURCANDO ESTRELLAS

La noche estaba quieta,
un perfume de azahares
desafiaba fantasmas.

Sin prisa la canoa,
su herida deslizaba
entre dormidos juncos,
que apenas acunaba
una serena brisa.

En un claro las aguas
se hacían escenario,
donde un ballet de estrellas
estaban al alcance
de mis manos incrédulas.

Me llevé las que pude
pintadas en los ojos
y mientras una estela
quedaba de testigo,
lejana, a mis espaldas,
la pértiga buscaba
los pasos que faltaban,
hasta el último encaje
vecino de la orilla.
 
PERSEVERANTES

 No quiero resignar mis sueños
por más que estén maltrechos,
aturdidos por voces agoreras,
cansados de rodar por el desierto.

Son mi única ración de cada día,
para seguir andando aunque duela
golpearse los anhelos tantas veces.

No voy a proponer el sacrificio
de todos los te quiero que aún deambulan
buscando la tibieza de un abrigo.

Por el contrario sigo ilusionado
creyendo en las esperas que cultivo
hasta ver despertar cada momento
o morirme de pena por vencido.
 
CANTARES

Un clavelito del aire
merodeaba la ventana,
se dio a nacer en el muro
para que yo lo mirara;
como al lunar que a tu boca
más belleza le regala,
mis ojos miran el muro
pero se duermen
junto a tu cara.

Una estrella se ha caido
del cielo que la guardaba
y ha iluminado un instante
antes de la madrugada;
así el brillo de tu pelo
como la noche moreno,
mis ojos miran el cielo
pero se duermen
junto a tu cara.
 
UN TAL RAMON VERJANO

Ramón Verjano era
un ejemplar genuino
de esa clase de tipos
nacidos laburantes
que no buscaban lujos
ni cielos imposibles;
todo brote salía
del afán de sus manos,
del empeño sin pausa
por trocar cada sueño
en presentes concretos.
 
Buen hijo de inmigrantes,
conocedor del hambre,
jamás tiró una queja
contra su magra suerte,
estaba agradecido
por cada puerta abierta
que le diera la vida
para que se animara.
 
Don Ramón nunca tuvo
la fortuna de un hijo,
aunque si compañera
de similar estirpe:
si él iba de mojón
ella era su frontera,
igual que luz y sombra;
era una enredadera
embelleciendo el muro
para que así los vieran.
 
Los últimos pasares
de Ramón ya no fueron
como él imaginara
en sus años tempranos:
la plata eran monedas
y la salud flaqueaba.
Ya nada lo empujaba
a regar la esperanza,
no encontraba buen viento
el ansia de su vela.
 
Atardeciendo Enero,
en la plaza que supo
de su beso primero,
aquella acostumbrada
a verlo andar sereno,
esa mañana clara
amaneció llorando:
parecía mentira,
colgando de una encina
pendía un cuerpo inerte
que todos conocían.
 
Vaya a saber qué sueño
le había naufragado,
qué estrella lo llamaba,
qué espera había acabado.
Lo cierto es que ya era
el compañero ausente,
un tal Ramón Verjano,
volviéndose pasado.
 
CAIDA LIBRE

El rebaño de esperas
siempre pasta en los filos
más abruptos que encuentra.
No tienen la conducta
prudente que debieran,
por eso es tan frecuente
que pierdan equilibrio
y rueden su destino,
hasta un vacío de sombras
del que nada regresa
sin mancharse de olvido.
 
CEPEDA - 100 Años

Hubo un tiempo lejano,
cuando la tierra no estaba apellidada
y a los Chaná-Timbúes
la prodigalidad de la comarca
les brindaba sustento suficiente.

Luego llegaron Pampas y españoles
con su rigor de truenos y malones;
más tarde fueron luchas fraticidas
las que regaron sangre innecesaria
en una pretensión federalista.

Ya terminado el siglo, la prudencia
iba dando lugar a otras acciones:
Doña Cándida Camino de Colazo,
dueña de territorios y grandeza,
decide brindar luz a un nuevo asiento.
Así fue que nació el anhelante
Pueblo Colazo, Estación Cepeda.

Hoy esto ya es historia, aunque reciente.
Pasaron apellidos que aún se escuchan:
Navarro, Rosas, Dosso y Arconero,
Ghilino, Herrera, López y Mantelli
y aquel primer doctor, Don Alexander,
un belga más criollo que el hornero
que sigue en otras alas del paisaje.

El pueblo fue creciendo con el tiempo
a fuerza del empeño permanente
de algunos que marcharon a otros cielos
y la disposición de quienes luchan
tratando de parir cada mañana
un mejor despertar para mostrarlo.

Y aunque vivió el declive de las horas,
igual que tantos otros han sufrido,
es muy joven aún, tiene el empuje
que muchos han perdido y la fortuna
de las manos que están para lograrlo.
 
PALOMAS

Danzaba una bandada de palomas
su vuelo sobre el techo de mi casa
y tuve la intención de numerarlas
tan solo por saber cuantas andaban.

Mucho antes que esta cuenta terminara
mi vista no alcanzaba a retenerlas
y yo caía en cuenta que era un tonto
perdiendo así en contarlas todo el tiempo
en vez de abrir los ojos de mi alma
y darle su lugar a disfrutarlas.
 
NO ES LO MISMO

Dos cosas diferentes,
ser dichoso a notarlo.

Pongamos como ejemplo:
ahora me doy cuenta
lo feliz que pasaba
mis tardes quinceañeras,
jugando a la pelota en un baldío
o comiendo un asado,
pescando en la cañada
con mis viejos;
sin percatarme de ello.

Vaya a saber si hoy
olvido agradecer
algún momento.
 
SANTA RITA
 
Yo tengo cada jornada dos ocasiones
donde hablo con Santa Rita sin protocolos,
con un lenguaje distinto del que acostumbran
para atender los domingos estas cuestiones.

Al pasar por la mañana digo "-Buen día!"
y le comento mis ansias y mis dolores.
De noche, cuando la encuentro volviendo a casa,
mirando su campanario de luz pintado
comento "-Señora gracias por escucharme",
aunque mi suerte no fuera la que he esperado.

 

VAYA A SABER POR QUE
 
Será porque es invierno
y todo se marchita sin quererlo,
porque la oscuridad de las palabras
no encuentran su lugar para encenderse,
porque las manos solas languidecen
hasta gritar de pronto algún poema,
porque cada por qué no encuentra eco
capaz de resolver lo que uno espera?

Será por lo que sea pero el cielo
parece más lejano esta mañana.
 
BUENAS ACCIONES
 
A quien promueve una plaza
hay que asignarle silla en el cielo
por permitir que haya dichas
que desde el verde sueltan su vuelo.

Pequeños con su inocencia
dando castillos al arenero
y margaritas dispuestas
como solcitos por los canteros.

Parejas que allí pudieron
beber la brisa de algún te quiero
y abuelos que por las tardes
gastan sus charlas de Enero a Enero.

Seguro las plazas saben
como otros sitios de sinsabores
pero son más las sonrisas
que tienen eco en sus rincones.

Por eso pienso y sostengo
que es necesario tener en cuenta
a quien se ocupa de sitios
donde la gente pasa contenta.
 
SIN COSECHA


Unas semillas frescas
dispuestas a dar fruto
tenía reservadas
hasta que concluyera
el tiempo de los vientos
que harían del ocaso
un pálido pasado

Cuando fuera propicio
recuperar los surcos
para que reverdezcan
las tierras de mi otoño.

Cuando los campanarios
sonaran a domingo
y el más infortunado
de los nidos vacíos
supiera de tibiezas
adversas al olvido.



Pero el tiempo no ha sido
consecuente conmigo
o quizás yo no supe
enhebrar las mañanas
tal como corresponde
para que el sol permita
que las semillas broten
y los brotes renueven
las voces escondidas
por la rutina injusta
que ignora lo que aún vive

Así fue que la tierra
volvió a resquebrajarse
por las grietas cayeron
los sueños que aún quedaban
mientras un eco ronco
de pena acostumbrada
apenas se animaba
a dejar el silencio
pero nadie atendía
su voz como hace tiempo.
 
TIBIEZAS OLVIDADAS

Aquí quedó
detrás de los cristales
oscuro como el cielo
de esta mañana agónica de otoño
un callado recuerdo
del sueño que nos dimos sin tenerlo.

Y quedaron también
las voces clausuradas a la dicha
cual centinela de un muelle desahuciado
soportando el embate
que arrastra la verdad imperturbable.

Sin gaviotas volando
ni faros recortando la neblina
ni corrientes amigas que se apiaden
la costa es un mojón de la utopía.

No habrá posiblemente noches blancas
ni cortinas danzando los suspiros
ni duendes esperando en la frontera
donde la soledad hunde su estigma.

Apenas un rescoldo que se esconde
debajo de cenizas silenciosas
sabiendo que su espera puede sólo
intentar aguardar llegue una brisa
y al paso de sus alas el aliento
pretenda recordar como era el fuego.
 
PONGAMOS QUE HABLO DE UN LUGAR

Pongamos que hablo de un lugar
que tiempo atrás palideció
ante el hedor de la tristeza,
que arremangó su corazón
con la firmeza de saber
que otra mañana siempre empieza.

Que sin petardos ni tambor
pudo poner en cauce al fin
a las aguas más traicioneras
y no robó la compasión
de nadie ajeno aunque aceptó
el gesto franco que viniera.

Pongamos que hablo de un lugar
que apenas pudo despertó
de la golpiza que le dieran
y en pocos días regresó
a su belleza de jardin
que todo el mundo conociera.


Pongamos que hablo de un lugar
donde las lágrimas no están
aunque la pena siempre queda. 
 
MOMENTOS

Cada tanto un hilván
con lánguidas puntadas
que pretenden bordar
el paisaje soñado
desde siempre.

Después
un rosario de esperas
humedece los párpados.

En una apología de la pena
mi boca necesita de tu nombre
y el verso es un desierto
que sangra cuando habla.

Mientras
la vida sigue
y declina la tarde
en un rojo bostezo.
 
IGNORANCIA

Afirmo la estrechez de mi sabiduría
y al tiempo que despego
las pestañas del suelo,
veo que está repleta
la fila en que me ubico.

De frente al Universo,
es tanta escasez
flameando en nuestras mentes,
que podemos sentirnos
complacidos por ello.

De aquí y en adelante
está todo por verse,
aun pisando el umbral
del último suspiro.
 
GRISU
 
Ahora vendrán los tiempos del reproche.
De encontrar un pescuezo
donde colgar la chapa de culpable.
La hora de: si hubiéramos, entonces.
Y ¿Por qué no? traer otras tragedias.
Que cuál fue la más grande.
Con sus fechas
cual rosario fatal de la imprudencia,
ajena a los actores obligados
por el guión mezquino de la vida.

Lo cierto es que ya son catorce heridas
en la tierra final de sus historias
sumándose a la cruz de los olvidos
y cientos de miradas extraviadas
buscando una razón
que no responde.
 
ENTREGA

No me reproches

la puerta que no encuentro
el sueño que no puedo
el cauce que no alcanza
las alas que me faltan,

quéjate el día

que en uno de mis pasos
no seas el inicio y la llegada.
 
EXPECTANTE

Inexorable el tiempo,
respira sus segundos
sin escalas
y los pasos no siempre
encuentran el camino,
hacia la puerta
exenta de candados.


Por eso es que de a poco,
uno se queda atrás de lo que espera.

La mirada cancela su confianza
al ver que el horizonte se confunde
y las escasas luces que perduran
no alcanzan a mojar
lo que aún nos falta.
 
AMANECIENDO
 
En su primer bostezo la mañana
se ha vestido de invierno con las galas
que indica el protocolo lucirá
el día que naciera en este tiempo.

La niebla es un océano confuso
donde conviven sombras y guirnaldas.
Una cruz de neón flota en el aire
como estrella celeste a nuestro alcance.
Ladran los perros al paso del cartero
y atrás de una persiana suena apenas
un tango de Cobián para mi agrado.
 
TRES MILLONES

No es novedad que pueda sorprenderme:
tengo los ojos harto habituados
a cierta realidad que los lastima,
pero la piedra en el zapato duele
aunque uno quiera hacerse el distraido.



Tres millones son muchos
¡Tres millones!
los niños que se mueren en un año
por la degradación del medio ambiente.

Una tercera parte por el aire
que inhalan en sus casas, inocentes,
debido al combustible que utilizan
sus padres al momento en que cocinan.



Más casi dos millones por el agua
contaminada a costa de desechos
que se descargan libres de cuidado
en ríos, lagos, mares, sin conciencia
del impacto fatal que esto conlleva.

Tres millones son muchos
sin respuestas
que acerquen el dolor con la vergüenza.
 
NOCHE
 
Viene la noche a mi

o yo camino a ella?
 
No importa,

es la misma

tiniebla hecha silencio.
Inocente utopía,

encender la candela

de los sueños furtivos.
Cifrar la realidad

en mensajes secretos,

laberintos gastados.
El tiempo fluye,

vacilan las pupilas.
 
NO ESTAS

Tal vez este querer no haya sabido
cruzar el tibio umbral de tu mirada
y aguarda su final, inadvertido,
oculto entre los pliegues de la nada.

Quizás no te des cuenta que tu has sido
el faro en cada oscura madrugada
y ausente hoy de su luz está perdido
el rumbo de mi senda más confiada.

El mundo ha de seguir sin darse cuenta
del ínfimo dolor que representa
para su inmensidad, este lamento.

Intentaré mentirme lo que siento,
pintarme una sonrisa que no existe,
mientras pienso que estás, que no te fuiste.
 
SALDO

Unos tras otros andan,
no hay modo de llamarlos a sosiego.

El viento cada vez tiene más fuerza,
las hojas se confunden
con el palidecer de algún silbido.

Hoy, debería pensar
(un tiempo antes
de volver a ser ciego)
si vale la batalla
y las divagaciones
y las islas perdidas,
cuando el mar me sugiere
que me acerque y hablemos.
 
LA ROSA

No me detuvo el cansancio
ni el fuego del pedregal
ni las horas que pasaron
ni las que faltan llegar

y me detuvo una rosa
imprevista en el lugar
paisaje sobre el paisaje
absoluta soledad
alada llama que aflora
suspendida ante mi andar.



















Gracias por su visita
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